Los tabúes
Desde que tengo memoria, yo, que muy lista no soy, supongo que poco a poco habreis podido irlo apreciando, me he preguntado por qué no es lícito, agradable, simpático o simplemente bueno hablar de una serie de cosas o de temas abstractos. Me refiero por ejemplo, para empezar por uno cualquiera a lo mal visto que está hablar de las heces propias o ajenas y no necesariamente por motivos patológicos. Veamos, imaginemos por un momento que nos sale una caca de esas que hacen época, de persona sana, bien alimentada, bien digerida, satisfecha y encima con una forma correctísima dentro de lo que puede ser correctísimo en una caca, vamos, una cosa de concurso. Si se nos ocurre comentarlo como premio a la labor bien hecha, no tengais la menor duda de que lo primero que nos llamarán será guarros y si pillamos un cursi nos dirá que somos unos escatológicos, a ver, por qué, oiga? Sin embargo, y en esto las mujeres me teneis que dar la razón, no hay ningún pudor entre nosotras en hablar de la regla y de los partos con todo lujo de detalles. Ejemplo: Margarita se ha tirado dos días pujando con una dilatación de 7 cm. entre unos dolores que no los aguanta un rinoceronte autista, al final le han tenido que inducir el parto y ya ha sido espantoso, se le caía hasta la baba, no te digo más. Encima, fíjate, le han hecho un corte en el periné que se ve Toledo si miras atentamente, y el niño ha nacido, criaturita, con tres vueltas de cordón umbilical, moradísimo y más feo que los bajos de un camión, sale al padre, además le ha salido torcido el pene y parece que le van a tener que operar de hipospadia, tremendo, no?. Bueno, pues todo eso te lo cuentan las amigas de lo más normal, como si fuera una novela de Salgari, y una tiene la obligación de escuchar con cara de interés el parte de semejante escabechina...Y las reglas?, ah, ahí os quiero ver, caballeros, en una conversación sobre el periodo femenino: Chica, qué mala estoy, fíjate, tengo la regla desde los 8 años. Me viene cada 21 días, me cambio de compresa cinco veces diarias y las pongo que no les cabe una gota más, es espantoso, no me puedo poner tampax por la cantidad tan bestial que tengo, una pena, me joroba siempre en todos los viajes. Te acuerdas aquella vez que fuimos al corteinglés y a mi me corría por la pata abajo?, te acuerdas?. Cómo querrá que no me acuerde, señor, fué todo drama que dió conversación, la misma, eso si, durante dos meses seguidos día con día. Me ha dicho el ginecólogo que tengo una endometriosis y que por eso tengo las hemorragias que tengo, como mi madre (una no conoce a su señora madre, ni ganas), fíjate MariPili, una endometriosis...y me ha dicho que me va a dar unas pastillas buenísimas de hormonas para reducirme la endometriosis y que si no me operará, que es que esto es un martirio, oyes. Quien no haya padecido este tipo de conversación que tire la primera piedra, quien no haya oido con todo lujo de detalles todos y cada uno de los partos de las amigas, niño por niño, centímetro de dilatación por centímetro de dilatación, que levante el dedo bien alto y que lo baje enseguida que haga memoria. Y digo yo...qué diferencia encuentran entre la regla, los partos, las muelas, que esa es otra, los dolores de cabeza, las crisis de ansiedad, cuya narración dura horas y horas y lo del tema de las cacas, eh?. Eso si, de la caca está feísimo hablar, de lo otro no, es más, es hasta socorrido para cuando no hay otro tema de conversación. Es más, en el caso de algunas mujeres te da la sensación de que debe ser lo más emocionante que les ha ocurrido en su vida, pero es que...aparte de normalísimo, es aburridísimo señoras. Si me contaran que alguien ha tenido un niño, pongamos por una oreja, otra cosa sería, claro, curioso por lo menos, pero no, siempre te tienen que contar lo mismo y con pocas variaciones de la misma manera, ah, y encima están a punto de morir de dolor pero no se mueren núnca las jodías. En fín, prometo que no es provocación, que es estupefacción. Ya lo he dicho, es que una no es ninguna lumbrera. Un saludo queridos y queridas amigos y amigas. Sed buenos y temerosos de Dios.
2 comentarios
La antitabúes -
alucia -
¿a qué huelen los partos?
¿a qué huelen las nubes?