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Blog de #biblioteca del irc-hispano

La dieta

La dieta Hola amigos y amigas, niños y niñas...Estoy, y por esta razón os escribo, en un momento crucial en mi vida. Es el caso de que, a raiz de la compra de unos maravillosos pantalones en las rebajas, he decidido cambiar algo mi look y hacerlo algo más esbelto y ligero. Ya sé que me vais a decir, como todos aquellos que me rodean que estoy estupenda, que no necesito perder ni un centímetro y que me voy a jugar la salud por culpa de esta manía mia de alcanzar la misma figura que un clavo puesto de pie. No os habeis dado cuenta de que lo que verdaderamente es armónico es la tendencia a la desaparición de cualquier rasgo femenino o feminoide en el cuerpo de la mujer actual. Las caderas...están de más, sobran. El vientre...ha de ser plano, tendente a que se dibujen en él las vértebras lumbares y dorsales. El busto...para qué se necesita el busto, a ver, para colgar molestamente al lado de los brazos, para que cuelgue algo ya tenemos las extremidades superiores, no hacen falta dos pares de colgajos, por ello es preferible que desaparezca, igual que la muela del juicio o que el dedo meñique del pie. Aparte, con las tetas no hay quien agarre nada, no sirve siquiera ni para sonarse los mocos, nada, nada, fuera. Después de estos sesudos razonamientos me he puesto a buscar las soluciones correspondientes, soy mujer de recursos y, por ello, soy capaz de encontrar soluciones debajo de las piedras, si es que ello hiciera falta. No ha sido necesario, claro. El primer paso ha sido ir a la farmacia de mi barrio. He consultado con la farmaceútica y he salido armada con : unas pastillas para eliminar el vientre, su contenido, claro, una crema anticelulítica que se llama nada menos que: Lijacartucheras, promete. Unas vendas impregnadas en líquido de algas prensadas que se han de colocar en el congelador y aplicarse luego enrrolladas por todo el cuerpo de la marca: El Yetiflaco, también promete. Un aparato pequeño y maravilloso que por medio de unos electrodos colocados a la altura del ombligo produce unas ondas que estrujan literalmente la grasa, la diluyen y la hacen desaparecer como las golondrinas en invierno. Se llama Estrujonesfashion. Me parece que va a dar un resultado magnífico. Un líquido procedente de un extracto de hierbas salvajes del Tibet que, mezclado con tres litros de agua diario he de ingerir para conseguir que desaparezca la maldita retención de líquidos. Se llama Orinacomounavaca. Unos parches que se colocan en cualquier parte del cuerpo y que hacen que el tiroides se ponga las pilas y se elimine hasta la cera de los oidos. Los parches se llaman...Trotacaballotrota. Una faja térmica que hace que se sude igual que en el desierto del Gobi a pleno sol y que tengo que ponerme para dormir. Es de la reputada marca Calderabotero, que ahora hace también prendas antigrasa, qué bien. Naturalmente, amén de todos estos productos que sé que darán un resultado maravilloso, me he apuntado a un gimnasio que tiene fama en mi ciudad gracias a que sus clientas acaban con el mismo aspecto físico que una tuberculosa terminal, el gimnasio, os lo digo por si os interesa apuntaros, es de un señor alemán ya mayor y se llama Mathausen, es carísimo, pero según me ha dicho una amiga íntima a la que he ido a visitar al hospital por que la habían ingresado por consunción, los resultados son inmejorables. También, para hacer ya el completo, he quedado citada con una esteticienne que tiene buenísima fama por su sistema de masajes drenantelinfáticos a la que llaman la Pulpo, no os digo más. Plenamente convencida del fín que deseo alcanzar, procedo a, por orden, aplicar todos y cada uno de los productos que la farmaceútica me ha proporcionado. Ardo en deseos de contaros, día a día el progreso de mi esfuerzo. Estoy segura de que al verme os ireis animando y conseguiremos hacer una sociedad absolutamente espiritual, más que nada por la falta de materia física y además darle la razón a todos los diseñadores homosexuales que odian tanto al elemento femenino que hacen un tipo de ropa que no hay mujer de más de cinco años que se la ponga. Ya os iré contando los resultados. Un cariñoso saludo.

4 comentarios

Majonei -

Pues, mire usted:
Igual soy un tio raro pero a mi me gustan las mujeres con curvas sinuosas, con todo en su sitio. Si por algun casual, me resbalo mirandola una y otra vez, quiero encontrar algo en donde asirme. Si por algun casual me doy la vuelta, quiero olerla, quiero verla, quiero rozarla. No se si esas cremas ademas de quitar la grasa, de quitar las arrugas, tambien quitan neuronas, no se yo. Lo mejor para verse delgada, joven, sin cartucheras, sin salmonetes, sin colgajos... es irse una temporada a Sudán. Un poquito de por favor!!
Dr. Majonei, Master en dietetica y nutricion por la Universidad del Chuletón y las patatas fritas. Autor del Best Seller: " Untar es un gran placer". Premio Principe de Asturias a las Letras por su Obra: " Quien me ha robado el postre?".
Miembro de Honor de la Real Academia del buen comer.
Presidente del circulo de amigos de la tortilla de patatas. Secretario del Fondo internacional de "La fritanga, esa gran amiga".

melibea2 -

Para que luego digan que segundas partes nunca fueron buenas. y la culpa de todo la tiene un pantalón monísimo de contención de carnes ;). Un placer reirse con usted, señorita

alucia -

Pos mire usted. Cuando yo quiero perder kilos, lo primero que hago es poner a dieta a mi marío, y luego le digo que yo la hago con él para solidarizarme.
Pero no duramos mucho oosotros con las dietas, el mojar pan en salsas pone... ¡ vamos que si pone ! ( por no hablar de la nata, que también pone lo suyo.
En fin, oiga, y siga usted escribiendo así, que nos riamos, que dicen que el reír adelgaza.
Escriba escriba....

Thyss -

Necesito acumular en mi armario una cantidad ingente de tena Lady para leerte niña...siempre acabo meandome de risa