Dormir bajo techo, rezar, fumar y concursar, o la aventura del día a día.
Dormir bajo techo, rezar, fumar y concursar, o la aventura del día a día.
La cosa de vivir se está poniendo muy complicada en este planeta, y eso por no hablar de sobrevivir, que cada uno hace lo que buenamente puede. Las creencias, la necesidad de tener objetos que personifiquen la fe de algunas personas, y poder ejercer su práctica a través de estos se pone de manifiesto en este artículo que he encontrado zascandileando por ahí. Espero que nuestra compañera SorAngustiasdelaRed no necesite rosarios, si es así pida que yo se los envío sin costes y además con las cuentas de pétalos de rosa.
Y es que eso de vivir rodeados de vicios permitidos es una barbaridad, luego pasa lo que pasa, menos mal que yo pese a ser una fumadora (mea culpa) no he llegado a estos extremos. Hoy sin embargo gasté una broma a una fumadora y no le hizo ninguna gracia, les cuento:
Naiara es una de las chicas que trabaja conmigo en la tienda, fumadora como yo, y pese a que en el comercio no se fuma ella aprovecha sus salidas al camión para echarse el cigarrito de turno. Se ve que no tenía tabaco encima y le dice a el chico que nos ayuda:
-Gus, dile a la jefa que me mande un cigarrito, anda.
Allá que vino Gus a la oficina y me dio el recado, yo que saco el rubio, yo que se lo doy, yo que le digo:- dáselo pero putéala un poco, dile que ha dicho la jefa que aquí no se fuma, que sólo se trabajar- Ambos comprendimos la broma y nos reimos por lo bajinis. Allí que se va Gus al camión y le dice muy serio a la morenita - Dice Manuq eu aquís e viene a trabajar, no a fumar, que aquí no se fuma.
Roja, congestionada se le quedó la cara. - ¿De verdad te ha dicho eso?
-De verdad- y agarra el carro y hace ademán de darse la media vuelta. Yo, que observaba contenmiéndome la risa, la veo, me ve, me mira, hay ira en sus ojos, me asesina con esos ojazos que tiene y desaparece en el interior del camión de donde salía humo, no de tabaco.
Gus que no puede más, que se da la vuelta y que doblado pro al risa saca el preciado rubio del bolsillo ofreciéndole el veneno salvador y yo que estallo en la carcajada. Menos mal que a la primera calada su cara tonó a su moremo habitual y desapareció el rojo iracundo.
Rezos que nos cuestan caros, vicios que cuestan vidas ajenas y mientras tranto la vivienda, ese techo que todo ser humano merece, digna calentita y lo más confortable posible que está por la nubes. Miren ustedes lo que el ayuntamiento de Basauri, en Vizcaya, plantea para solucionar ese derecho básico de todo ciudadano o pueblerino o aldeano de este nuestro querido planeta Tierra.
Y para teminar, consolar a los infantes cordobeses, ellos , ángelitos que pretenden concusar en esta convocatoria sobre el bagaje cultural cordobés. Ellos, indefensos, se encuentran con la traba de que el certamen nunca cerrará su plazo de de inscripción y jamás se otorgarán los premios.
Qué mal se está poniendo esto de ser creyente católico, fumador, ciudadano con vivienda propia e infante con aspiraciones en algunos concursos.
La cosa de vivir se está poniendo muy complicada en este planeta, y eso por no hablar de sobrevivir, que cada uno hace lo que buenamente puede. Las creencias, la necesidad de tener objetos que personifiquen la fe de algunas personas, y poder ejercer su práctica a través de estos se pone de manifiesto en este artículo que he encontrado zascandileando por ahí. Espero que nuestra compañera SorAngustiasdelaRed no necesite rosarios, si es así pida que yo se los envío sin costes y además con las cuentas de pétalos de rosa.
Y es que eso de vivir rodeados de vicios permitidos es una barbaridad, luego pasa lo que pasa, menos mal que yo pese a ser una fumadora (mea culpa) no he llegado a estos extremos. Hoy sin embargo gasté una broma a una fumadora y no le hizo ninguna gracia, les cuento:
Naiara es una de las chicas que trabaja conmigo en la tienda, fumadora como yo, y pese a que en el comercio no se fuma ella aprovecha sus salidas al camión para echarse el cigarrito de turno. Se ve que no tenía tabaco encima y le dice a el chico que nos ayuda:
-Gus, dile a la jefa que me mande un cigarrito, anda.
Allá que vino Gus a la oficina y me dio el recado, yo que saco el rubio, yo que se lo doy, yo que le digo:- dáselo pero putéala un poco, dile que ha dicho la jefa que aquí no se fuma, que sólo se trabajar- Ambos comprendimos la broma y nos reimos por lo bajinis. Allí que se va Gus al camión y le dice muy serio a la morenita - Dice Manuq eu aquís e viene a trabajar, no a fumar, que aquí no se fuma.
Roja, congestionada se le quedó la cara. - ¿De verdad te ha dicho eso?
-De verdad- y agarra el carro y hace ademán de darse la media vuelta. Yo, que observaba contenmiéndome la risa, la veo, me ve, me mira, hay ira en sus ojos, me asesina con esos ojazos que tiene y desaparece en el interior del camión de donde salía humo, no de tabaco.
Gus que no puede más, que se da la vuelta y que doblado pro al risa saca el preciado rubio del bolsillo ofreciéndole el veneno salvador y yo que estallo en la carcajada. Menos mal que a la primera calada su cara tonó a su moremo habitual y desapareció el rojo iracundo.
Rezos que nos cuestan caros, vicios que cuestan vidas ajenas y mientras tranto la vivienda, ese techo que todo ser humano merece, digna calentita y lo más confortable posible que está por la nubes. Miren ustedes lo que el ayuntamiento de Basauri, en Vizcaya, plantea para solucionar ese derecho básico de todo ciudadano o pueblerino o aldeano de este nuestro querido planeta Tierra.
Y para teminar, consolar a los infantes cordobeses, ellos , ángelitos que pretenden concusar en esta convocatoria sobre el bagaje cultural cordobés. Ellos, indefensos, se encuentran con la traba de que el certamen nunca cerrará su plazo de de inscripción y jamás se otorgarán los premios.
Qué mal se está poniendo esto de ser creyente católico, fumador, ciudadano con vivienda propia e infante con aspiraciones en algunos concursos.
6 comentarios
Gatopardo -
¿Hace un Celtas, Alucia?
Tautina -
melibea2 -
Treponema -
siouxie -
Sorangustias -